Alguna de nuestras Metodologías de seguimiento y evaluación de proyectos
En un proyecto extenso, donde existen diferentes fases, se va a exponer a
continuación la metodología de seguimiento y evaluación empleada en cada una de
ellas.
METODOLOGÍA DE LA PRIMERA FASE
Dadas
las características de los contenidos a tratar en la primera fase, la
evaluación que se plantea consiste en comprobar los cambios de actitudes
producidos en las participantes en el grupo. Se trata de una evaluación
compleja por su alto carácter de subjetividad.
Temporalización /frecuencia:
Se realizará en tres momentos de la primera fase: inicial, intermedio y final,
con un margen de tiempo entre cada momento de la evaluación de aproximadamente
mes y medio.
Instrumentos utilizados:
Cuestionarios elaborados con la técnica de Likert que permiten especificar el
nivel de acuerdo o desacuerdo con una declaración (elemento, ítem o reactivo o
pregunta). Se trata de una escala comúnmente empleada en las ciencias sociales.
La escala de Likert, al ser una escala que mide actitudes, es importante que
pueda aceptar que las personas tienen actitudes favorables, desfavorables o
neutras a las cosas y situaciones lo cual es perfectamente normal en términos
de información. Debido a ello es importante considerar siempre que una escala
de actitud puede y debe estar abierta a la posibilidad de aceptar opciones de
respuesta neutrales.
Actuación del personal docente:
El contacto directo del personal docente con el grupo de participantes, y las
opciones de realización de entrevistas individuales, permiten la realización de
un seguimiento constante de cada participante, y la posibilidad de corregir o
modificar objetivos, metodología, contenidos… en aras de mejorar los resultados
obtenidos.
Es
necesario destacar que habrá dos personas adscritas al proyecto, de manera que
habrá dos puntos de vista de cada una de las situaciones:
-
El punto de vista del personal docente,
con un contacto directo, diario e inmediato con el grupo de participantes.
- El punto de vista de la persona que
supervisa todo el proyecto, que aporta una visión diferente y que a la vez es
percibido como un elemento “externo” por parte de las personas participantes.
Este
hecho reforzará la evaluación y sus conclusiones.
METODOLOGÍA DE LA SEGUNDA FASE
La segunda fase consta de 4
actuaciones.
La
evaluación y seguimiento a realizar en cada una de las actuaciones se concreta
de la siguiente manera:
Actuación 1.
Trabajo de los aspectos profesionales de las participantes con el objeto de
facilitar la incorporación al mercado de trabajo.
La
evaluación se realizará con similares instrumentos a los de la evaluación de la
primera fase, si bien los contenidos a tratar son susceptibles de realizar una
evaluación del grado de conocimiento y manejo de los mismos mediante pruebas
objetivas.
El
propio proceso de orientación (combinando acciones grupales e individuales)
supone en sí mismo un seguimiento y evaluación de los progresos obtenidos.
Actuación 2.
Elaboración de conclusiones de la prospección de empresas de la localidad.
En
este caso, se evaluará el grado de consecución de objetivos fijados (número de
empresas contactadas, información obtenida…), el cumplimiento de plazos y los
resultados obtenidos, en cuanto a calidad y pertinencia de las conclusiones.
Actuación 3.
Diseño, ejecución y seguimiento de la formación profesional y de las prácticas
no laborales.
La
evaluación a realizar en esta fase abarcará:
- La evaluación de la acción formativa
(contenidos impartidos, metodología a emplear, adecuación del personal docente,
implicación y aprendizaje de las participantes, consecución de objetivos
propuestos…).
- Gestión de las prácticas: información a
las empresas, seguimiento propuesto, organización y seguimiento general,
instrumentos de obtención de información. La realización de las prácticas será
objeto de un seguimiento más exhaustivo, con contacto tanto con las
participantes como con las personas responsables de las empresas, al menos en 3
ocasiones durante el desarrollo de las mismas, para determinar cualquier
posible incidencia y ofrecer las soluciones pertinentes. Será necesario
determinar qué persona será la responsable de las prácticas en la empresa,
aportar un plan de prácticas sobre el que basarse, modelo de evaluación de las
prácticas…
La participación
de las empresas en el programa de practicas deberá plasmarse en un documento
que contenga el convenio de colaboración y en el que identifique los datos más
relevantes (duración, horarios, funciones, número de personas en prácticas,
motivos de finalización de las prácticas, personas de contacto…).
Actuación 4.
Seguimiento de las participantes y de las empresas.
Esta
actuación, en si misma, ya supone una evaluación de la actuación prevista. No
obstante se emplearán una serie de indicadores para medir la eficacia del
programa, tales como:
-
Contactos de las participantes con
empresas.
-
Entrevistas de trabajo realizadas.
-
Eva luación
obtenida en el período de prácticas en las empresas.
-
Inserciones laborales.
Evalúa la situación antes de ponerte en marcha ;-)
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